COLECCIÓN ESTATUARIA DE ZAPATERA
Con el nombre de Colección Estatuaria de Zapatera se conocen más de treinta piezas escultóricas que los Chorotegas, una de las culturas precolombinas de Mesoamérica, elaboraron en la Isla de Zapatera, ubicada en el Gran Lago de Nicaragua.
Durante siglos habían permanecido en la Isla, hasta que fueron descubiertas a mediado del siglo XIX por los estudiosos.
En 1849 fueron descubiertas por el Diplomático norteamericano Aphrain George Squier (1821-1881), quien interesado en la Arqueología visitó la Isla.
En 1882-83 el investigador Sueco Carl Bovallius, realizó investigaciones arqueológicas en los mismos lugares que visitó Squier y encontró más estatuas, cerámicas, entierros y sobre estos resultados Bovallius publicó un libro.
Bovallius consideró que algunas de las Estatuas descubiertas formaron parte de un Templo indígena; seis de las cuáles colocadas originalmente alrededor de un montículo de forma oval, de unos 50 mts de largo y 30 mts de ancho. Hizo una maqueta de la reconstrucción del templo como pensaba que había sido.
Las esculturas son de marcada sobriedad estilización, representan figuras humanas, muchas veces asociadas con un animal; los más comunes son el jaguar, el lagarto, el coyote y el águila. Esculpidas en enormes bloques, descansan sobre bases cuadradas que realzan su aspecto monumental.
La altura de las principales oscila entra 1.35 mts y 2.25 mts, su diámetro fácilmente supera los 60 cros. Según los arqueólogos éstas datan de los años 800-1200 después de Cristo, una época en la que se dio además la estatuaria de Chontales, al oeste del Gran Lago.
En el siglo XX varios investigadores nicaragüenses, incluyendo los Padres Jesuitas estudiaron las esculturas, ellos formaron la colección presente.
Originalmente en la Isla eran un número considerable, pero fueron desapareciendo, algunas por el hombre, el tiempo y las naturales y otras al ser llevadas al extranjero.
En 1924 y 1942 fueron trasladadas al Colegio Centroamérica de Granada, regentado por los Jesuitas.
En 1970 fueron trasladadas al Salón Rubén Darío, localizado en el Antiguo Convento de San Francisco, donde permanecerán para formar parte del futuro MUSEO HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO DE LA CIUDAD DE GRANADA.