Presidente del Banco Central cree que lo peor de la crisis ya pasó
Los efectos de la crisis sociopolítica que enfrenta el país siguen provocando estragos en la economía, aunque el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, considera que lo peor de la crisis ya estaría pasando, pero no se atrevió a modificar el 1 por ciento como meta de crecimiento económico al término de este año.
En mayo el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró una caída de 4.9 por ciento, en relación con ese mes del año pasado, lo que provocó que el promedio de año se situara en 0.9 por ciento.
El Informe Índice Mensual de Actividad Económica mayo 2018, publicado por el Banco Central, detalla que en mayo el IMAE fue lastrado por la estrepitosa caída de 11 de las 17 actividades económicas que mide ese indicador.
Hoteles y restaurantes, con una contracción de 35.9 por ciento provocada por la menor afluencia de visitantes del exterior, se ubica como el más afectado. Le sigue el sector pecuario con una disminución del 23.9 por ciento debido principalmente por la reducción de la matanza vacuna, avícola y porcina, y por la merma de las exportaciones de ganado en pie.
Luego está la construcción con una caída de su actividad del 14.5 por ciento; y en cuarto lugar, el comercio con una reducción del 10.3 por ciento, empujado por afectaciones conjuntas de las ventas mayoristas y minoristas.
Según Reyes, “mayo y junio son los meses en que se observará mayor reducción en la actividad económica, debido a los disturbios que han afectado el país. No obstante, se prevé que a partir de julio y agosto se normalice la situación y que algunos sectores que habían estado deprimidos logren repuntar, compensándose de esta manera las pérdidas”.
Otros caen entre 0.1 y 3.8 %
Los otros seis sectores afectados mostraron caídas de entre 0.1 y 3.8 por ciento y son transporte y comunicaciones, cuya contracción del 3.8 por ciento es atribuida por el BCN a la menor oferta de servicios de transporte urbano de pasajeros, transporte aéreo nacional y transporte terrestre de carga.
El grupo de actividades que integran la industria manufacturera cayó 2.5 por ciento en mayo, como resultado de la menor producción de carnes y pescados, azúcar, lácteos, productos de madera, arneses, no metálicos, bebidas, entre otros. Las actividades incluidas en el reglón de otros servicios se redujeron 1.7 por ciento, “explicado por la menor producción de servicios comunitarios, sociales y personales; empresariales y servicios de reparaciones y mantenimiento”.
La silvicultura y extracción de madera se redujeron 1.5 por ciento debido principalmente a la menor extracción de madera y leña. En tanto, la pesca y acuicultura cayeron 1.1 por ciento, “como resultado de la disminución en la captura de otros acuáticos, peces y camarón”.
Sin embargo, en mayo no debería reportarse captura de langosta dado que dicho mes está dentro del período de veda para esta actividad, que en toda Centroamérica y República Dominicana se extiende oficialmente del 1 de marzo al 30 de junio de cada año.
Sector financiero cae
En mayo, la actividad financiera también se redujo 1.1 por ciento debido a disminuciones de los depósitos, principalmente en moneda extranjera, aunque hubo un aumento en las entregas netas de créditos destinados sobre todo al sector comercial.
Según Reyes, el BCN en coordinación con la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), y el Ministerio de Hacienda han diseñado políticas para garantizar la estabilidad de los principales indicadores financieros.
Finalmente, los servicios de administración pública y defensa mostraron una disminución de 0.1 por ciento.
Solo seis actividades crecen
En mayo, solamente seis de las 17 actividades que mide el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) reportaron crecimiento.
Según el reporte divulgado por el Banco Central, la actividad que más creció fue explotación de minas y canteras con un aumento de 5.9 por ciento, debido a la mayor extracción de oro, hormigón y piedra triturada.
Le siguieron los servicios de salud con una expansión de 3.5 por ciento. Luego se ubicó la agricultura con un crecimiento de 2.5 por ciento, explicado por la realización de labores y producción principalmente en los cultivos de café, caña de azúcar, maíz, arroz, sorgo, banano, soya, maní y tabaco.
La actividad de energía y agua se expandió 1.3 por ciento y los servicios de propiedad de vivienda aumentaron en 1.0 por ciento. El sector enseñanza repuntó 2.7 por ciento.