Cadin: 70% de pymes de textil vestuario cierran operaciones
La Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin) informó que en el sector textil-vestuario siete de cada diez pequeña y mediana empresa están cerradas.
El 30% restante está produciendo con el 25% de su capacidad, lo que ha provocado que el 80% de sus trabajadores hayan sido suspendidos temporalmente.
En el área de cuero-calzado, el 90% de las pymes están temporalmente cerradas, y el 10% restante solo está generando un 15% de la producción tradicional de ese sector.
Según Cadin, el 80% de las pymes del sector de madera-mueble están sin actividad económica, y el 20% de ellas solo están generando el 5% de su capacidad productiva.
“Yo no estoy trabajando ahorita. Cerré mis operaciones en junio y ya llevamos tres días más de julio. El personal está de vacaciones, y ahí estamos rebuscándola, para conseguir (dinero) y pagarles a ellos. Hay algunos (talleres) que están trabajando tres o cuatro días, y ni siquiera el día laboral completo están sacando”.
“Se lo digo, porque yo tengo colegas aquí y les he hecho esa misma pregunta que usted me está haciendo, y me han contado que algunos están trabajando, pero otros no”.
Quien habla es Omar Baldizón, propietario de Calzado Baldizón, un taller de zapatos ubicado en el centro de Masaya, ciudad que hasta hace pocos días estaba bloqueada por barricadas y asediada por las fuerzas policiales y parapoliciales.
La principal razón por la que Baldizón decidió cerrar sus operaciones fue la disminución en sus ventas.
Una buena parte de sus clientes está en otros departamentos, como Managua, Matagalpa y Estelí. Algunos clientes le cancelaron los pedidos y otros comenzaron a comprarle menos cantidades.
“Aunque uno pueda lograr pasar, las ventas están malas. Solo nos compran de uno a tres parcitos (pares de zapatos) de los números que están necesitando, y la verdad es que a nosotros así no nos resulta”, expresó.
En el negocio de Omar Baldizón trabajan cinco personas en el área de producción y dos en el área administrativa, quienes también están sufriendo las consecuencias de la crisis en el país.
“Los tuve que mandar de vacaciones, porque ya estamos a mitad de año, y no vamos a estar produciendo si las ventas están malas. Como le digo, nos cancelaron pedidos, y los que compran, no están comprando el montón. En mi caso, solo estoy sobreviviendo. Lo poco que consigo es para mí comida”, relató el pequeño empresario.
Baldizón habló con este periodista por la vía telefónica. Habla pausado y su tono da señales de tristeza por todo lo que está pasando.
“Algunos costos de materia prima; por ejemplo, la pega, que es indispensable, trepó. Algunas ferreterías están cerradas, otras trabajan hasta mediodía. En Masaya, al lado de Monimbó todavía hay barricadas. Por el otro lado, de la rotonda Las Flores y Catarina también están con tranques. Es decir, que el acceso todavía está difícil (a Masaya)”, describió Baldizón.
Los problemas para el pequeño empresario se han multiplicado, porque no ha estado trabajando en más de un mes y las facturas de luz, agua y otros servicios sí llegan a tiempo. “Lo otro es la seguridad. Hasta el rótulo de mi negocio tuve que quitar, para evitar que se me lleguen a meter”, dijo.
Fernando Rocha, propietario de un taller de calzado en Granada, dice: “Hermano, estamos en una situación que nos obliga a estar detenidos (en nuestras operaciones). Es que no hay posibilidad de vender nuestros productos a nadie, ni de producir nada. Estamos totalmente paralizados”.
“Es una situación bien difícil y no hay forma de decir ‘mañana ya voy a trabajar’, porque no existe esa posibilidad. Estamos bien mal”, comentó Rocha, propietario de Calzado Don Fernando.
Aseguró que “todos los talleres de calzados de Granada” tienen suspendidas sus operaciones. “No hay uno solo que diga que está trabajando, porque no tienen a quién venderle sus productos. Nuestros clientes, que están en los mercados, están paralizados. Y en Managua también. Por donde vayas, te vas a encontrar una situación dificilísima”, sostuvo el empresario granadino.
Rocha informó que sus trabajadores están de vacaciones, porque sin ventas el negocio no puede sostener el pago de salarios.
Dijo que en Granada hay unos 700 talleres de calzado, los que en promedio tienen seis trabajadores. “Esto es alarmante, porque ellos también tienen sus familias”, expresó.