Banco Mundial: 4 de cada 10 hogares en AL pueden caer en pobreza
****Quienes abandonaron la pobreza en los últimos años, pueden volver a caer. La región tiende a reportar más catástrofes naturales, que afectan cultivos, vivienda y patrimonio de las personas de bajos ingresos; en México, los hogares más pobres son cuatro veces más vulnerables
El reporte del Banco Mundial ¿Desarrollo económico Inestable?, Choques agregados en América Latina y el Caribe arroja que, pese a la disminución en las cifras oficiales de pobreza, la mayoría de las familias de la región está en riesgo de dejar atrás la línea de bienestar.
“A pesar de los grandes avances en términos de prosperidad de los últimos años, muchas personas en América Latina y el Caribe están tan sólo a un desastre de regresar a la pobreza”, dijo Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “Los países deben prepararse mejor y fortalecer su resiliencia ante los choques, para así no perder en un día lo que les tomó años construir”.
Desde 2011, existen más latinoamericanos en la clase media que viviendo en la pobreza, sin embargo, el grupo poblacional más grande permanece en una situación de vulnerabilidad.
Regreso a la pobreza
¿Qué hace que alguien vuelva a ser pobre? Entre 1970 y 2014, la incidencia de los desastres naturales en la región se triplicó, las consecuencias de terremotos e inundaciones tienden a afectar en mayor medida a quienes menos tienen y a quienes están en un proceso de construcción de patrimonio, pero no cuentan con coberturas de seguros.
Las lluvias y sequías extremas son una amenaza casi constante. En el Caribe, al menos un país experimenta un huracán o ciclón todos los años.
Más de un cuarto de todos los sismos de magnitud 8.0 o más ocurren en el oeste sudamericano. De igual manera, enfermedades infecciosas y virus como el Zika y el Chikungunya proliferan en condiciones cálidas y húmedas de muchos países tropicales de ALC.
“En México, los pobres tienen casi tres veces más posibilidades de ser afectados por algún desastre natural en términos de pérdida de vivienda, cultivos y ganadería que las personas en situación de vulnerabilidad o de clase media”, señala el reporte.
La información sobre Colombia y México muestra una fuerte correlación entre ingresos más bajos y la ubicación en áreas que tienen mayores probabilidades de ser afectadas por desastres naturales.
Por ejemplo, los hogares del 40% más pobre en México tienen cuatro veces más probabilidades de reportar haber sido afectados por un choque sistémico en comparación con los hogares del 20% superior.
Además de desastres naturales, la población enfrenta desafíos sociales significativos. En algunos lugares, las tasas de criminalidad y violencia son comparables a las de países en guerra. En otros, existe una proliferación de pandillas juveniles, tráfico de drogas, lavado de dinero y violencia doméstica. Por su parte, las crisis financieras pueden provocar que el desempleo se dispare.
El informe subraya el hecho de que a menudo son los pobres los que más sufren estos choques, así como el menor nivel de empleo y consumo que generalmente surge después de estas crisis. Los grandes desastres naturales o los conflictos civiles suelen afectar a las economías locales, destruyendo activos, dañando negocios y alterando los mercados.
El Banco Mundial explica que la primera manifestación de un choque negativo severo a nivel macroeconómico es la caída de la producción.
Las crisis financieras, terremotos, inundaciones, sequías y conflictos civiles alteran el funcionamiento habitual de los sistemas económicos y de las instituciones.
“Las crisis macroeconómicas a menudo se caracterizan, e incluso se definen, por las pérdidas que se generan en los principales agregados económicos, como el crecimiento del PIB, la inversión y el empleo. La región de América Latina y el Caribe ha experimentado fuertes caídas del PIB. Por ejemplo, el PIB se redujo en 6% en México en 1995, mientras que la caída fue de 11% en Argentina en el 2002, y esto también generó un profundo impacto en la economía de Uruguay, donde el PIB se contrajo en 17.5%. Las guerras y los conflictos civiles infligen costos similares”, señala el reporte.