SINSA promueve bienestar en hogar de ancianos de Jinotepe
****Programa de voluntariado externo de SINSA comparte con abuelitos del Hogar de ancianos Dr. Agustín Sánchez Vigil en Jinotepe
El Programa Voluntariado externo de SINSA intervino en la comunidad de Jinotepe, particularmente en el hogar de ancianos Dr. Agustín Sánchez Vigil, para compartir una mañana amena con más de 25 abuelitos y abuelitas que habitan este centro. Durante su estadía los voluntarios trabajaron en la restauración en parte de las instalaciones, limpieza de áreas verdes y donación de distintos artículos personales y de ferretería, para proveer bienestar a los ancianos como parte de la Responsabilidad Social de SINSA.
“En esta ocasión contamos con 45 de nuestros voluntarios, quienes compartieron con los abuelitos y abuelitas que habitan este hogar. El Programa de Voluntariado externo de SINSA se encargó de pintar la fachada y parte frontal del centro, bancas y fuentes de jardines, así como restaurar los baños, closets, lavamanos y área de lavado. Esta intervención es parte de nuestra Responsabilidad Social que promueve el bienestar de la comunidad a través del trabajo en equipo y el servicio”, mencionó Carmen Hilleprandt, Gerente de asuntos corporativos de SINSA.
Hilleprandt detalló que SINSA a través de su programa de Responsabilidad Social, además del trabajo realizado, donó cubetas y tarros de pintura, cepos y bujías, jabón líquido, más otros materiales de ferretería para que la dirección del centro complete la restauración de las instalaciones. “En total la donación consistió en más de 400 horas hombre de trabajo y más de 2,000 dólares en materiales. La restauración y limpieza de este hogar de ancianos es parte de las iniciativas de nuestra empresa para crear un cambio positivo en los sitios donde operamos”, dijo la gerente.
Alma Indiana Sánchez, Presidente del Hogar de ancianos Dr. Agustín Sánchez Vigil, comentó que tanto el personal como los beneficiados, se sintieron muy contentos con la visita de voluntarios SINSA porque dejaron las instalaciones más limpias y agradables para habitar. Por su parte los voluntarios escucharon sus anécdotas, sus historias, les proporcionaron cariño y sonrisas, bailaron una piñata y compartieron un refrigerio, que es lo que muchos de ellos necesitan, finalizó Sánchez.