Cinco mitos de la construcción sostenible
La construcción como industria, ha sido fuertemente retada en los últimos años para lograr procesos y alternativas que sean sustentables y que minimicen el impacto, sin embargo, alrededor de esta práctica se han construido mitos que siguen retrasando la adopción de tecnologías más amigables con el ambiente.
Estos mitos han generado cierto escepticismo en los consumidores. Pero según los expertos, la construcción con sistemas livianos acerca más a los consumidores de los beneficios que ese tipo de edificaciones ofrece, generando aportes significativos para todos los involucrados en la cadena. Algunos de esas falsas creencias por derribar son:
La inversión de una construcción sostenible posee un costo elevado: este es un mito de cualquier práctica ecoamigable, se cree que por ser sustentable es más caro. En el caso de la construcción, como en muchos otros, esto es un error. Existen costos asociados que deben considerarse al comparar un sistema y otro como el valor por metro cuadrado instalado, acabados requeridos etc.
El tiempo de construcción es mayor: un factor de gran relevancia que impacta directamente en el costo total de un proyecto es el período que tardará la construcción, sí se implementa la tecnología de fibrocemento y se combina con una buena modulación y mano de obra calificada, podrá lograr grandes ahorros en el tiempo de hasta 40% en todo el proceso.
La planeación de este tipo de construcción es más compleja: totalmente falso. La planeación no es más complicada, ahora, si lo que busca es potenciar el componente de sustentabilidad de toda la edificación, entonces es importante que desde el diseño de la obra se incorporen otras variables como ventilación, iluminación, recurso eléctrico, recurso hídrico, ubicación, entre otras, que combinadas potencien el rol de una construcción ecoamigable.
El mercado no ofrece materiales ecoamigables: La construcción sostenible integra una serie de variables y los materiales son una de ellas. El mercado sí ofrece materiales que se adaptan al objetivo sostenible. Por ejemplo, el fibrocemento es una tecnología que cumple con una serie de atributos que desde la etapa del diseño de la obra permite ser aliada para lograr resultados excepcionales. Su modularidad se adapta a la obra en sí y al requerimiento para evitar el desperdicio, además aporta una gran versatilidad si se quiere ver desde la óptica del diseño.
Los materiales no cumplen con estándares de calidad: este es otro error. Hay productos en el mercado, que además de cumplir la máxima de sustentabilidad, son certificados y garantizan un desempeño excelente en términos de calidad, resistencia y seguridad. Los productos Plycem cuentan con certificaciones internacionales que garantizan su desempeño.
Recuerde que la construcción sostenible es una metodología integral que busca reducir el impacto negativo en el medio ambiente. Es indispensable crear un plan que le permita visualizar todas las variables que integran una edificación, de esta manera el proceso será más eficiente y cumplirá su objetivo.
“En la actualidad los proyectos ecoamigables están marcando tendencia, y la industria de la construcción no es la excepción. Todos debemos entender que estos cambios aportan positivamente al ambiente y a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Migrar a estas nuevas metodologías es una prioridad a la cual los inversionistas y consumidores ya están apostando.”, mencionó el Ing. Alfonso Estrada, Gerente de Desarrollo Técnico de Plycem.
