Mitos y realidades sobre el consumo de lácteos
Los productos lácteos son una importante fuente de vitamina A, D, proteínas, calcio, fósforo y otros nutrientes esenciales para el sano crecimiento y desarrollo de niños y adolescentes y el mantenimiento de una buena salud en la edad adulta. Sin embargo, en el día a día escuchamos algunos mitos sobre el consumo de estos productos, y en esta ocasión les contamos la verdad en cada uno de ellos.
Mito 1: Los productos lácteos, especialmente la leche, tienen mucha grasa y engordan
Realidad: La leche tiene un contenido de grasa moderado que puede ser parte de nuestra dieta. Un vaso de leche entera aporta 7.8 gramos de grasa, aunque también pueden encontrarse versiones semidescremadas o descremadas que mantienen el mismo aporte nutrimental, pero con menos grasa y calorías. Lo recomendable es consumir dos vasos de leche al día, lo que ayuda a cubrir significativamente los requerimientos de proteínas, calcio, vitamina D y vitamina A, y otras vitaminas y minerales importantes para nuestra salud. Además, el consumo de lácteos puede ayudar a controlar nuestro peso. Hay evidencia que sugiere que un mayor consumo de lácteos ayuda a reducir el riesgo de tener obesidad y sobrepeso y padecer diabetes tipo 2.
Mito 2: Es mejor la leche deslactosada que la leche regular
Realidad: Depende, si la persona tiene intolerancia a la lactosa (una baja producción de la enzima que nos permite digerir la lactosa, el azúcar natural de la leche) entonces le será mejor la leche deslactosada, sin embargo, si la persona no presenta esta condición entonces no verá ningún beneficio en consumir leche deslactosada.
Mito 3: Los intolerantes a la lactosa no pueden consumir leche ni sus derivados
Realidad: Los intolerantes a la lactosa pueden consumir lácteos, como leche deslactosada, y por propia naturaleza en la elaboración de yogures o queso se reduce el contenido de lactosa, por lo cual por lo general tienden a ser mejor tolerados a la vez que mantienen las propiedades nutricionales como la proteína y el calcio.
Mito 4: La leche entera contiene más calcio que la leche descremada o deslactosada
Realidad: Todos los productos lácteos, en todas sus presentaciones contienen la misma cantidad de calcio necesaria para nuestra buena salud. Un vaso de leche aporta el 34% del calcio diario que se recomienda para consumir.
Mito 5: Es mejor consumir la leche sola, sin mezclarla con ningún otro alimento
Realidad: La leche es un alimento que tiene muchísimas propiedades nutricionales, algunas enumeradas en este mismo artículo, y mezclarla con otros alimentos, como frutas o cereales solamente logrará enriquecer esas propiedades.
Mito 6: La leche cruda es más sana que la leche pasteurizada
Realidad: La pasteurización es un proceso por el cual pasa la leche para hacerla microbiológicamente segura de consumir, ya que con él se eliminan las bacterias nocivas y con estas diferentes enfermedades.
“Lo más importante para nuestra salud es dejar a un lado los mitos y consumir alimentos que sean ricos en nutrimentos y que ayuden a cubrir con nuestros requerimientos, como en el caso de la leche que aporta calcio, vitaminas y proteínas en cantidades adecuadas para nuestro sano desarrollo”, expresó Daniel Guerrero, Gerente de Nutrición de Grupo Lala.
