¡Que los lácteos no falten en el desayuno y la lonchera escolar!
El inicio de clases es una excelente oportunidad para recordar que la nutrición que les brindamos a los pequeños de la casa debe empezar siempre con un buen desayuno en el que incluyamos un delicioso y nutritivo vaso de leche, y seguir en sus escuelas y colegios con una lonchera escolar a la que agreguemos productos lácteos que puedan ser consumidos en la merienda, el tiempo de comida que hacen nuestros hijos a media mañana y que les da energía para seguir estudiando.
“Aproximadamente se recomienda que el lunch escolar aporte entre un 10 y un 20 por ciento de las calorías diarias del niño, que en un niño de edad escolar hablamos de alrededor de 1,600 calorías al día, aunque depende en gran medida de la constitución del niño y de la actividad física que realice”, explicó Daniel Guerrero, Director de Nutrición de Grupo LALA.
Por lo anterior es importante tomar en cuenta que productos como la leche, el queso y los yogures siempre deben estar presentes en la lonchera pues aportan vitaminas del Complejo B las cuales ayudan a transformar lo que comemos en energía, y calcio y vitamina D, importantes en la formación y fortalecimiento de sus huesos.
Se ha visto en estudios que el consumo de lácteos ayuda a reducir el riesgo de tener obesidad y sobrepeso, y ayuda a mantener el peso, con lo cual también los lácteos pueden ser una buena opción si se busca cuidar el peso de los niños. Sumado al consumo de lácteos como parte de una dieta balanceada, también es bueno recordar la práctica de ejercicios o deportes y un horario de descanso, de acuerdo a la edad de los niños.
“Algunos alimentos saludables y nutritivos que pueden contener las loncheras, se debe buscar que incluyan alimentos de los diferentes grupos, frutas y verduras, cereales y leguminosas y alimentos de origen animal como fuentes de proteína”, indicó Guerrero.
Algunos ejemplos de cómo pueden integrarse los lácteos en una lonchera saludable incluyen yogures con cereales y fruta, batidos de fruta con leche entera o semidescremada, avena y fruta o un sándwich de queso con verduras. Lo importante es que estos alimentos sean agradables a nuestros hijos y que les llenen de nutrientes.
