Tribunal de Familia cumple cuatro años de grandes cambios
* Expertas en este ámbito destacan creación de más judicaturas e implementación de Código De Familia.
[if !supportLineBreakNewLine]El Tribunal de Familia arribó este 12 de noviembre a sus cuatro años de instalación en el Reparto San Juan, tiempo en el que la justicia especializada ha experimentado grandes transformaciones como el incremento de dos a 14 judicaturas y la aplicación de justicia de forma expedita.
De la mano de la Corte Suprema de Justicia --jueces y juezas, asistentes de despacho y secretarios de tramitación, respaldados por un colectivo de apoyo--, en estos cuatro años el complejo judicial ha llevado el Derecho de Familia a niveles óptimos, según valoraron las fundadoras de la justicia de Familia en Managua, doctoras María José Arauz Henríquez y Belda María Cárcamo Sánchez. El traslado de los juzgados Primero y Segundo de Distrito de Familia de Managua del complejo judicial Nejapa hacia su nueva ubicación, se produjo en medio de una avalancha de demandas que día a día copaban las judicaturas al punto que cada jueza llegó a trabajar con cinco mil expedientes. El personal era mínimo y la carga de demandas que debían resolver con un sistema de tramitación obsoleto “era como para volverse locos”, pero gracias a la cooperación española y la voluntad del Poder Judicial de modernizar y profesionalizar la justicia de familia, para brindar un servicio de calidad, los cambios empezaron a darse empezando por la instalación del Tribunal de Familia, dijo la jueza Arauz Henríquez.
Transición Victoriosa “La doctora Cárcamo y yo fuimos abriendo camino con la aplicación de principios de (la justicia) Familia; con un sistema de tramitación anacrónico (escrito) y aplicando leyes especiales que nos remitían a códigos de más de un siglo de existencia, por lo que teníamos que ser creativas para dar respuesta a los usuarios”, recordó la judicial. La doctora Cárcamo Sánchez agregó que con la entrada en vigencia del Código de Familia, en abril del 2015, “nos tocó acomodarnos sobre todo a la oralidad, pues la novedad de su implementación no dejó de poner nerviosos a jueces y secretarios tramitadores.
“Ahora podemos hacer un balance mucho más positivo porque si bien entra una gran cantidad de demandas, también se da repuesta en alto volumen de resoluciones por la rapidez del sistema oral, el número de juzgado creados en este tiempo y el aumento en la cantidad de tramitadores para proveer en tiempo”, anotó la jueza Cárcamo Sánchez. La licenciada Nelly Talavera Brenes, responsable de Implantación en la Sede Familia, dijo que en sus inicios el trabajo fue de muchos retos y dificultades que con el tiempo se fueron superando tanto entre funcionarios públicos como usuarios, ya que al final se han realizado los cambios necesarios tanto de forma sistemática como física para brindar un servicio de calidad y con celeridad. Para la jueza Arauz Henríquez, aún falta crear el Tribunal de Apelaciones de Familia y la Sala de Familia en la Corte Suprema, más sensibilización y capacitación para el personal y que el Instituto de Altos Estudios Judiciales profundice en la materia de Familia respecto a las nuevas tendencias y la aplicación correcta de los principios.
Por su parte, la jueza Cárcamo indicó que “siempre se puede mejorar, pero en general, los servidores públicos estamos satisfechos del trabajo realizado pues en cuanto a los derechos de niños, niñas, adolescentes, mujeres y discapacitados, “hay un gran avance porque las autoridades están cada vez más atentas, conscientes y pendientes de su protección”.
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