Asamblea Nacional rinde tributo a escultor granadino creando una orden a su nombre
El plenario de la Asamblea Nacional aprobó la Ley Creadora de la Orden Jorge Bernabé Navas Cordonero, que será otorgado a los artistas nicaragüenses más destacados a nivel nacional e internacional en obras escultóricas.
Con esta distinción este poder del Estado le rindió homenaje a Bernabé Navas, un genial artista y prolífico escultor, considerado el más importante de esta rama artística en Nicaragua y uno de los mayores exponentes de la escultura centroamericana durante la primera mitad del siglo XX.
Este artista nacido el 11 de junio de 1874 en el barrio "El Hormiguero", de la Gran Sultana y contribuyó a la bella decoración de la Basílica Catedral de la Asunción de León y otros templos del país. Una de sus destacadas obras es la escultura del León Doliente postrada sobre la tumba del Poeta Rubén Darío en dicha Basílica, valorada la más representativa de Navas Cordonero.
Otras son los cuatro Atlantes que sostienen las campanas de catedral –que imitan a los del Ermitage de San Petersburgo-; la Inmaculada Concepción de María, colocándola sobre el cuerpo central. También es el creador de los doce apóstoles colocados en nichos endosados a las pilastras que adornan la nave central; los leones del atrio que resguardan el sacro edificio, la tumba de Simeón Pereira y Castellón, entre otras.
Los familiares agradecieron a la Asamblea Nacional por este reconocimiento a la obra artística de Navas Cordonero con la aprobación de esta normativa.
La diputada Maritza Espinales presidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Medios de Comunicación Social, manifestó que esta Ley tiene doble objetivo, recordar y honrar la memoria de Navas Cordonero y reconocer el talento de hombres y mujeres que hacen arte en nuestro país.
Innovador escultórico
Navas Cordonero quien falleció un 14 de agosto de 1968, asimiló e innovó la herencia artesanal colonial, con sus limitaciones técnicas que superó con creatividad artística intrínseca. Prefirió trabajar con cemento por su plasticidad, mezclada con cal, agua y arena. Para pulir el acabado utilizaba cal y leche de vaca a la que agregaba una tintura de azul de Prusia, logrando darle un aspecto "marmóreo".
Esta orden fue creada por iniciativa de los parlamentarios Wálmaro Gutiérrez, José Ramón Sarria Morales, Adolfo Martínez Cole, Arturo José Valdez Robleto y otros.